Papiro

Ritual
El papiro, del latín Papyrus y del griego Papyros, es una planta herbácea de la familia de las ciperáceas, de rizoma carnoso. Sus hojas son largas y estrechas, de composición radical y la caña puede alcanzar los tres metros de altura, estrechándose de 10 cm. en su base a 1 cm en la parte superior por lo que presenta una forma cónica en su longitud.

Los papiros fueron utilizados por la civilización egipcia 3.000 años antes de Cristo, aunque también hicieron uso de ellos las civilizaciones occidentales hasta el descubrimiento del papel. En documentos notariales y cancillerescos se usó hasta el siglo VII y la Cancillería Pontificia hasta el siglo XI. Cataluña fue el principal foco en la Península Ibérica.

Libro de los muertos
Existen preciosos ejemplares de todas las épocas, siendo el más conocido el Libro de los Muertos que se conserva en el Museo Británico de Londres. También la ciudad de Vic (Barcelona) alberga una magnífica colección de papiros.

El proceso de fabricación se realizaba en el mismo lugar donde crecían las plantas de papiro, ya que había que trabajarla cuando la planta estaba aún fresca.



Pasos que seguían:

Cyberus
  • De la parte central del tallo de la planta de papiro extraían, con una cuchilla, unas finas tiras verticales. El tamaño del papiro fabricado dependía de la longitud de estas tiras.
  • Estas tiras finas las mantenían en remojo entre 7-14 días. Cuánto más tiempo estuvieran en remojo, más oscuro se volvía el papiro.
  • Las tiras se golpeaban con mazos para aplanarlas. De esta manera perdían parte de su contenido en agua y azúcar, y ganaban en resistencia, volviéndose menos quebradizas.
  • Sobre una tablilla plana humedecida se ponía una primera capa de tiras, a la que se superponía otra perpendicularmente, alternándose varias capas horizontales y verticales hasta formar una lámina rectangular.
  • Esta lámina rectangular de papiro se prensaba y se secaba al sol sobre una superficie plana. La prensa consistía en unas tablas de madera sobre las que se colocaban unas piedras que servían para ejercer presión.
  • Se alisaba y pulía con un instrumento de marfil o una concha para evitar que se corriese la tinta al escribir.
  • Después se pegaban unas hojas con otras, formando rollos sobre una varilla de madera, marfil o hueso. El pegamento estaba compuesto por agua, harina y vinagre. El borde derecho de cada hoja se superponía sobre la siguiente para consolidar mejor la linea de sutura entre ambas y favorecer el paso del cálamo de una hoja a otra en el momento de escribir, ya que la unión seguía el mismo sentido de la escritura.



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